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Gabriel Gambotto se inspiró en el entorno natural de Costa Esmeralda para diseñar Casa CE 30. Su objetivo era crear una casa con una fuerte conexión con el bosque circundante, por lo que eligió ventanas amplias y diseñó los ambientes con desniveles para borrar la línea entre el interior y el exterior.
El diseño de la casa planteó desafíos, ya que gran parte del terreno estaba por debajo del nivel de la calle. En lugar de ser un problema, esto inspiró a Gambotto a crear una vivienda con un estilo «playero», tal como lo habían deseado los propietarios.
La casa tiene una forma de L en dos niveles, siendo la sección más larga el área social, situada en la planta baja y perpendicular a la calle. La sección más corta, elevada sobre la planta baja, es un espacio semicubierto que da acceso a la propiedad y se conecta con un quincho o galería, la piscina y el solárium.
Como en todas las obras del Estudio Gambotto, el hormigón también tuvo un papel importante en el diseño. Un gran desafío constructivo fue la planta elevada, que se realizó con un bloque de hormigón, sostenido por dos columnas en V en los extremos y colgado de tensores de acero, lo que permitió evitar apoyos intermedios y mejorar la integración de la vista con el espacio exterior.