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El edificio se resuelve como una gran placa vidriada de treinta metros de ancho contenida entre dos macizos medianeros, con la totalidad de las unidades al frente, de cara al rio. En la fachada opuesta, de carácter mas ciego para controlar la entrada del sol del oeste, se dispusieron los accesos y los núcleos sanitarios con aventanamientos menores para permitir ventilación cruzada. Las unidades – de entre 45 y 130mts2 – son contenedores especiales flexibles y están preparadas para ser subdivididas en horizontal y vertical, lo que permite diferentes opciones de personalización. La planta baja libre es estructurada por una gran plataforma central de acceso y uso exclusivamente peatonal, que contiene las funciones sociales del complejo.
A ambos lados de ésta, y como propuesta paisajística complementaria, se disponen las áreas de estacionamiento.